martes, 9 de octubre de 2007

.....ENTRA Y VUELA HACIA OTRO LUGAR ......

Bienvenidos al mundo de las hadas, en este lugaros encontrareis un mundo de fantasía, de color e ilusión, donde descubriréis vuestro lado mas creativo y podréis disfrutar de toda una vida llena de alegría.
Los cuentos contribuyen a desarrollar la imaginación y la fantasía de los niños y a crear sus propios mundos interiores. Un cuento puede ayudar a los niños a que superen posibles conflictos y a que establezcan valores. Además, favorecen la relación del niño con su familia y con los demás. Tenéis aquí una bandeja llena de cuentos clásicos y tradicionales. Los cuentos de toda la vida. ¡Disfrútalos con tu hijo! Y si tu o algún familiar o amigo escribe cuentos infantiles.¡CÚENTANOS UN CUENTO ¡


Curiosidades Del Mundo De "LAS HADAS"




Al principio de los tiempos, los hombres y las hadas compartían un mismo medio. Luego llegaron los avances técnicos, la civilización, el ruido y las carreteras. Poco a poco el hombre se fue alejando de la naturaleza, y también de las hadas, que se vieron obligadas a refugiarse en otros lugares. Así, unas asentaron sus reinos bajos las colinas o dentro de cuevas, otras construyeron palacios de cristal bajo los ríos o en el interior de los océanos, otras se escondieron en las fuentes, otras entre los bosques, separando su mundo del de los hombres y rompiendo paulatinamente toda comunicación.No tuvieron mal gusto las hadas para ir a refugiarse, pues escogieron el norte de Europa, sobre todo las costas y lagos escoceses, las colinas irlandesas, los bosques daneses, incluso zonas del norte de Francia. Con esto no quiero decir que no las podamos encontrar en otros lugares, sólo que la mayoría de los relatos de hadas se sitúan en estas zonas.




No faltan los testimonios que aseguran la existencia del País de las Hadas. Frente a las costas de Gales, cuentan los marineros que existe un reino famoso por sus palacios de cristal, conocido como la Isla de Cristal. Este lugar de gran belleza dicen que sólo se puede apreciar desde los barcos, porque su visión aparece y desaparece entre la niebla.







En muchos relatos la localización queda mucho menos definida. En algunas zonas de Irlanda se asegura que, en ocasiones, una neblina oculta ciertas zonas del bosque y, si uno se fija con atención, puede estar asistiendo a un cortejo de hadas, presenciando su desfile, especialmente algunos días del año, como la Noche de San Juan. Esa noche abundantes testimonios afirman que han presenciado una cabalgata. Primero escucharon las músicas de los festejos, detrás un séquito de caballos pasaba ante sus ojos y, a través de la neblina, veían a estos seres que aparecían y desaparecían, todo rodeado de una luz muy suave. De repente la neblina se disipaba y estas imágenes desaparecían de la misma manera que aparecieron.


En sus tierras no conocen ni el frío ni el calor, las sequías ni las heladas. El clima es templado, lo que propicia una vegetación variada, árboles frondosos, frutales colmados de fruta, jardines con flores de todos los colores y un aroma suave y delicado. Dicen que de día el sol luce de modo deslumbrante, de noche el brillo plateado de la luna ilumina la oscuridad. No conocen la enfermedad y el tiempo transcurre lentamente, tan lento, que casi se diría que no transcurre, por eso no se envejece, o se tarda mucho en envejecer. Según confesó en una ocasión un hada a un mortal, un día en este reino equivale a un año mortal.





Los árboles frutales también adornan el País de las hadas. Entre éstos el avellano y el manzano destacan sobre los demás por sus virtudes mágicas. No debe extrañarnos que el avellano sea uno de los árboles frutales frecuentes en el País de las Hadas: primero porque crece en regiones templadas, y recordemos el fantástico clima de este sitio; segundo porque su fruto, la avellana, contiene una sola semilla de sabor muy agradable, y ya sabemos la afición de las hadas por los dulces. Pero, mortales, tened mucho cuidado con lo que hacéis a la sombra de un avellano, porque dicen que aumenta la fertilidad. De este árbol también se cuenta que concede sabiduría al mortal que lo come.


http://es.passado.com/blogEntryPrintable.aspx?entry_id=46727




Cuento de hada, que es
en realidad un hecho real
en nuestra vida...


Érase una vez una viuda que tenía dos hijas, tan diferentes entre sí que nadie diría que eran hermanas. De la más pequeña decían los que la conocían que era el vivo retrato de su padre, generosa y obediente, y más dulce que un terrón de azúcar. La mayor no podía negar que era digna hija de su madre, siempre con el ceño fruncido y de mal humor. Egoísta, altanera, creía que se lo merecía todo, y así le fue.
Cada día, muy de mañana, la hija menor se levantaba temprano, cogía su cántaro e iba a por agua a la fuente. La pobre nunca se quejaba, aunque tenía que andar más de media legua de camino para llegar.
Uno de esos días, cuando ya había llenado el cántaro y se volvía a casa, se le acercó una anciana que le pidió de beber:
- Tome, señora, beba usted cuanto quiera, que ahora yo lo lleno de nuevo.
Y la anciana bebió.
- Veo que además de hermosa tienes buen corazón. Te concedo un deseo: cada vez que pronuncies una palabra, de tu boca saldrán diamentes y piedras preciosas.
Pero la mujer no era una mujer cualquiera, era un hada disfrazada que quería conocer los verdaderos sentimientos de la joven.
La niña volvió muy contenta a casa, y nada más llegar le contó a la madre lo que le había ocurrido. Las piedras preciosas brotaban de su boca ante el asombro de su madre. Le faltó poco tiempo a la madre para llamar a la otra hija y decirle:
- ¿Has visto a tu hermana? Ya puedes ir a la fuente a por agua, y si una vieja te pide agua se la das amablemente.
- Pero, mamá, ¿me vas a obligar a que vaya hasta la fuente, con lo lejos que está y lo cansada que estoy?
Pero la madre no cedía, y refunfuñando la hermana mayor despreció el cántaro de barro de su hermana y, muy peripuesta, llevó consigo el más hermoso jarro de plata de la casa.
Llegó a la fuente, llenó el cántaro y una hermosa señora, elegantemente vestida, se le acercó a pedirle un poco de agua.
- ¿Qué pasa, que no sabes cogerla tú con tus propias manos? ¿qué te has creído, que a mí no me cansa? Déjame, que estoy esperando a otra persona.
- Ahora sé lo que en verdad hay en tu corazón, cada vez que hables de tu boca saldrán sapos y culebras.
Y volvió a su casa. La madre le preguntó que qué tal le había ido y ella, entonces, comenzó a decirle que había visto a una hermosa mujer, pero su madre no pudo terminar de oír la historia del asco que le provocaban los bichos saliendo de su boca.
- Tú tienes la culpa de lo que le ha pasado a tu hermana - le dijo a la hija menor, mientras se le acercaba con la mano levantada. La niña tenía tanto miedo de que le pegaran que salió huyendo de la casa. Se adentró en el bosque llorando, se sentía muy sola y triste. A su espalda escuchó el relinchó de un caballo.
- ¿Por qué lloras, hermosa niña? ¿Tú crees que es justo que unos ojos tan bonitos sufran de ese modo?
Y vio que se acercaba un hermoso príncipe que iba camino de su castillo, y éste le pidió que le contara su historia. A medida que la niña iba contando su aventura, el joven príncipe se iba enamorando de ella. Le gustaba su hermosura, pero más apreciaba la dulzura de sus palabras, la nobleza de sus gestos, y además podía estar seguro de una cosa, tenía buen corazón. Y cuando ella terminó su aventura, la montó en su caballo y se la llevó con él a palacio. Y dicen por ahí que siempre fueron felices.
Este relato nos viene a demostrar dos ideas, que las hadas pueden elegir la apariencia bajo la que se muestran y que recompensan los buenos actos.





¡APRENDE A COLOREAR CON EL MUNDO DE LAS HADAS!



Colorea y decora tu habitación:






































INVENTA UNA MELODÍA PARA ESTA LETRA


Al despertar

Descubrirás

Que somos la luz de tu ser

Te enseñaremos
Que puedes volar

A nuestro mundo

Y así,

En la libertad

Aprenderás a amar

Te daremos los secretos mágicos

Verás

Que tu alma es de color

Llevaremos todo tu destino

Sólo somos para ti

Hadas que alumbrarán

En tu camino

Llevaremos tu corazón

En distintas dimensiones

Abre tu alrededor

Crea la magia

Daremos al despertar

Sólo somos hadas

Serás nuestra estrella

Que iluminará

El cielo infinito

Irá a navegar junto a ti

Y así

En la libertad

Aprenderás a amar

Te daremos los secretos mágicos

Verás

Que tu alma es de color

Llevaremos todo tu destino

Sólo somos para ti

Hadas que alumbrarán

En tu camino

Llevaremos tu corazón

En distintas dimensiones

Abre tu alrededor

Crea la magia

Daremos al desperta

Sólo somos hadas.



HOY, SEPAMOS LOS DERECHOS DE LOS NIÑOS A LEER CUENTOS





Hoy reflexionamos un poco ...



Derechos de los Niños a escuchar cuentos

¿Qué tal si leemos
los derechos de los más chiquitos a escuchar cuentos?



1. Todo niño, sin distinción de raza, idioma o religión, tienen derecho a escuchar los más hermosos cuentos de la tradición oral de los pueblos, especialmente aquellos que estimulen su imaginación y su capacidad crítica.


2. Todo niño tiene pleno derecho a exigir que sus padres le cuenten cuentos a cualquier hora del día. Aquellos padres que sean sorprendidos negándose a contar un cuento a un niño, no sólo incurren en un grave delito de omisión culposa, sino que se están autocondenando a que sus hijos jamás vuelvan a pedir otro cuento.






3. Todo niño que por una u otra razón no tenga a nadie que le cuente cuentos, tiene absoluto derecho a pedir al adulto de su preferencia que se los cuente, siempre y cuando éste demuestre que lo hace con amor y ternura, que es como se cuentan los cuentos.


4. Todo niño tiene derecho a escuchar cuentos sentados en las rodillas de sus abuelos. Aquellos que tengan vivos a sus cuatro abuelos podrán cederlos a otros niños que, por diversas razones, no tengan abuelos que se los cuenten. Del mismo modo, aquellos abuelos que carezcan de nietos están en libertad de acudir a escuelas, parques y otros lugares de concentración infantil donde, con entera libertad, podrán contar cuantos cuentos quieran.



5. Todo niño está en el derecho de saber quiénes son Hans Christian Andersen, los Hermanos Grimm, Emilio Salgari, Roald Dahl, Michael Ende, Conrado Nalé Roxlo, Horacio Quiroga, Graciela Montes, Gustavo Roldán, Laura Devetach, Graciela Cabal, Elsa Bornemann, José Murillo, Syria Poletti, Maria Elena Walsh, Silvia Schujer, Ema Wolf, Ana Maria Shua, y muchos otros. Las personas adultas están en la obligación de poner al alcance de los niños todos los libros, cuentos y poemas de estos autores.



6. Todo niño goza a plenitud del derecho a conocer las fábulas, mitos y leyendas de la tradición oral de su país, tienen perfecto derecho a interesarse por los relatos indígenas y cuentos folklóricos, así como en toda aquella literatura creada por el pueblo.



7. El niño tiene derecho a inventar y contar sus propios cuentos, así como modificar los ya existentes creando su propia versión. En aquellos casos de niños muy influidos por la televisión, sus padres están en la obligación de descontaminarlos conduciéndolos por los caminos de la imaginación de la mano de un buen libro de cuentos infantiles.

8. El niño tiene derecho a exigir cuentos nuevos. Los adultos están en la obligación de nutrirse permanentemente de nuevos relatos, propios o no, con o sin reyes, largos o cortos. Lo único obligatorio es que éstos sean hermosos e interesantes.

9. El niño siempre tiene derecho a pedir otro cuento y a pedir que le cuenten un millón de veces el mismo cuento.

10. Todo niño, por último, tiene derecho a crecer acompañado de las aventuras de Sandokan, de la sopita de avena de Dailan Kifki, de la escuela de las hadas, de las historias del sapo, de la señora planchita, de lo difícil que es enseñarle a tejer al gato, del colorín colorado y del inmortal “Había una vez...”, palabras mágicas que abren las puertas de la imaginación en la ruta hacia los sueños más hermosos de la niñez.

Ahora, una receta para dormir ...

Para que el sueño venga, se recomienda cerrar los ojos, contar ovejas oír el canto de las estrellas comer manzana con mejorana y tomar agua de toronjil sentir que el viento mece la cama, tocar la almohada con la nariz.
Para que el sueño venga y se quede quieto toda la noche, cerca de ti pídele al mundo que haga silencio dile que el sueño quiere dormir. Shhhhhhhhhh....

http://unmundodehadasyduendes.spaces.live.com/




No basta sólo con desearlo, ellas también han de estar dispuestas, y que accedan es muy difícil porque aunque puedan estar entre nosotros de forma invisible, no siempre quieren manifestarse corpóreamente a nuestros ojos y en verdad que no hay que reprochárselo; de todas formas, existen indicios que las delatan.
Allí donde veáis espinos hay Hadas cerca, allí en donde crezcan avellanos, hendirnos, sauces, robles, alisos, abedules, fresnos y encinas, tendréis en su vecindad a las Hadas, y si marcháis de viaje turístico a las Islas Británicas y os sentáis a descansar entre las ruinas de algún antiguo castillo por el que siempre trepa la hidra invadiéndolo, lo más probable es que esta hiedra no sea tal sino la Dama Verse de Caerphilly, presta a recobrar su verdadera naturaleza si lo considerase conveniente.

Y si camináis por las montañas galesas y descubrís a una bella joven sentada sobre una piedra al borde del camino, sabed que se trata del Hada Gwyllion que está vigilando.
En la Isla de Man mora el Hada Leannan, musa de poetas y su protectora aunque a caro precio, ya que si otorga la gloria acorta la vida de sus elegidos.
Existen Hadas acuáticas, las Glaistig, que son buenas y amables con los niños, los ancianos, los granjeros y el ganado.

También las pequeñas, transparentes y frágiles Asrai que si se capturan o les da el sol, se convierten en agua.
Las Selkies, conocidas como Hadas-Foca, a las que si sorprendéis bañándose sin su piel, podéis capturar y convertir en vuestras esposas, pero nunca más volverán a ser alegres, y siempre añoran el mar del que deben permanecer alejadas.

Luego está Benshir, un Hada escocesa, doméstica, que protege de los peligros avisando anticipadamente de ellos a las familias que están bajo su tutela.
La lista de las Hadas es interminable y sería imposible nombrarlas a todas. Pero quiero destacar a una graciosa Hada alemana de nombre Holda o Werre, que favorecía la casa de las personas laboriosas otorgándoles su ayuda.
¿Cómo entrar en contacto con las Hadas?: si vuestro corazón no abriga maldad ni interés y albergáis deseos limpios, he aquí dos recetas mágicas:
Existe una flor llamada Prímula y si hacéis un ramillete de ellas con un número exacto y luego con él tocáis una roca de las Hadas, se os abrirá la entrada hacia su país.
La segunda tiene que ver con el Serpol y habéis de procurar arrancarlo cerca de una colina que visiten las Hadas, mezclándolo más tarde con algunas hierbas que crezcan junto a un “tronco de Hadas”, con todo ello confeccionáis una infusión, que, bebida, os permitirá ver a esos maravillosos seres

Hay tentaciones que han atraído hasta la más desconfiada de las hadas. Les encanta el jengibre y la cebada, si pones un pequeño cesto con esto alimentos en el jardín, seguro que vendrán. Con bastante frecuencia habrá que reemplazarlo si queremos que permanezcan en nuestro jardín largo tiempo. Les gustan ver en el jardín, tomillo y trébol, este último solo de 3 hojas. Suelen beber leche de vaca directamente de la ubre.

Así es de simple... y de complicado


CUENTO DE NAVIDAD

La escarcha del Lago de Cristal se resquebrajó en el centro y de repente miles de fragmentos de hielo saltaron por todos lados centelleando bajo los rayos del Sol y formando una red de centelleos entre las facetas de los cristales de hielo. En mitad de aquella lluvia de color el Hada del Agua emergió del agua helada rodeada de un destello Aguamarina.
Los animales del lago, agradecidos por haberles librado de su prisión de hielo, le felicitaron la Navidad.
- ¡La Navidad! - exclamó ella llevándose las manos a la cabeza - ¡He estado tan ocupada haciendo nieve con el Hada del Frío que ni me he acordado.!
- Y salió volando hacia el cielo dejando un reguero de gotas de rocío que formaron un Arco Iris tras ella.

Cuando llegó al Arbol de los Deseos, hogar de todas las Hadas de Fantasía, éste le felicitó la Navidad y abrió su boca para que ella pudiese entrar. Dentro todo era algarabía, el Hada Flora había prestado su gorro en forma de árbol para adornarlo y tras un toque de varita el sombrero alcanzó 2 metros. Era un abeto soberbio y de inmediato empezó a llenarse con adornos. El Hada de la Luz sacudió un poco la Estrella Polar y con el polvo de estrella que cayó espolvoreó el abeto de forma que empezó a resplandecer. Entre tanto Flora iba colgando frutas escarchadas de las puntas de las ramas mientras que el Hada del Fuego colgaba guirnaldas de velitas encendidas que se reflejaban en el polvo de estrella.
El Hada del Agua también quería ayudar así que sacudió sus alas y el abeto se llenó de gotas de rocío, pero con el calor de las velas se empezó a evaporar.


Por suerte estaba allí Nieve, el Hada del Frío que con un soplido congeló las gotas de rocío de forma que ahora parecía que el árbol estaba adornado con perlas.
Cuando terminaron en el interior salieron al exterior y se dispusieron a adornar al Árbol de los Deseos. No pusieron tantos adornos, ya que el Árbol de los Deseos era un venerable anciano y debía guardar la compostura, pero sí los suficientes como para darle un aspecto de alegría.
Después cada una salió corriendo a felicitar la Navidad a todo el mundo. El Hada del Fuego fue casa por casa y chimenea por chimenea felicitando a los habitantes que en ellas viven: las Llamas. Estos pequeños y juguetones seres saltarines recibieron con mucha alegría las felicitaciones y daban salto y hacían cabriolas en sus chimeneas.
El Hada del Frío se fue a los Parajes Siempre Helados a felicitar a los Hombres de Nieve, seres formados por enormes bolas de nieve redonda y que tienen una zanahoria por nariz. Cuando llegó estaban enzarzados en una divertida guerra de bolas de nieve. Es curioso como para evitar que les alcance una bola de nieve (y queden eliminados) se dividen en tres bolas de nieve de diferente tamaño y empiezan a rodar por el suelo. El problema es que a veces cada bola se va por su lado y a veces les cuesta un poco encontrarse.
Flora fue a ver a todos los árboles del bosque para felicitarles las fiestas, y cuando terminó se fue al Prado del Color y visitó a cada una de las flores que en ese momento, por ser invierno se encontraban en sus casas bajo tierra a la espera de que llega se el Hada Primavera y les dijese que ya podían salir.


El Hada de los Sueños entró en los sueños de todos los niños del mundo y les contó los más deliciosos sueños que podáis imaginar.
Todo el mundo era feliz porque era Navidad en Fantasía. ¿Todo el mundo? No. Había alguien a quien todo eso le aburría. Alguien de corazón frío: Invierno. De las cuatro estaciones Invierno era sin duda la que peor llevaba su trabajo. Después de todo siempre era lo mismo, todo era gris, aburrido y monótono. Envidiaba a sus otros compañeros. Deseaba la algaraza de Verano, cuya aparición significaba el comienzo de la diversión. Se moría de envidia cuando veía a Primavera dar vida a los seres vivos, sobre todo cuando él pensaba que sólo podía matar y dormir a los animales y plantas. Por otro lado Otoño era demasiado melancólico e Invierno no podía soportar que Otoño fuese la estación más romántica.
Ese día Invierno estaba especialmente harto de todo. Tanto que decidió irse y le dijo a sus compañeros:
- Haced lo que queráis con mi estación, yo ya estoy aburrido. -
Y dicho esto se fue a pasear por la Constelación del Cisne.
Las otras estaciones comenzaron a discutir acaloradamente. No se ponían de acuerdo en quién debería ser el que suplantase a Invierno. Finalmente, después de mucho discutir decidieron que lo mejor sería que se turnasen, que cada día se encargase uno. Lo echaron a suertes y le tocó empezar a Verano. Al día siguiente salió un Sol espléndido y abrasador. Hacía tanto calor que todo el mundo tuvo que apagar los fuegos y quitarse las bufandas. Aquello supuso un desastre para las Llamas, quienes se vieron sin hogar en unas fechas que siempre habían sido buenas. Además como todo estaba mojado no podían irse a ningún otro lugar.
Pero lo peor fue cuando el calor empezó a fundir la nieve. Los Hombres de Nieve no sabían qué hacer porque si aquello seguía así acabarían derretidos. Aquello les había cogido por sorpresa y no les daba tiempo de llegar hasta las Montañas Eternas, donde solían pasar la temporada cálida ya que allí siempre hacía frío. Nieve, el Hada del Frío tuvo que hacer grandes esfuerzos para mantener a los Hombres de Nieve con vida.
Cuando todo el mundo estaba desorientado con aquel cambio le tocó el turno a Primavera. Primavera recorrió los bosques y las praderas despertando a las flores y las hojas. Pero las pobres flores al salir y encontrarse rodeadas de nieve se empezaron a helar de frío, Flora no sabía que hacer para remediarlo. Pero el colmo fue cuando Otoño llegó e hizo caer las hojas de los árboles. La caída de la hoja es un duro golpe que los árboles encajan todos los años, y no se habían acabado de reponer de el de ese año cuando se les volvieron a caer las hojas. Todo el bosque estaba triste.
Esa noche las Hadas se reunieron en consejo de emergencia. Había que hacer algo o de lo contrario ese año las Navidades serían un desastre. Decidieron que fuese Rocío, el Hada del Agua la que fuese a hablar con las estaciones para averiguar lo que estaba pasando.
Rocío voló y voló hasta la Torre del Tiempo, donde las Estaciones tenían su morada. Se sorprendió mucho al ver a Verano sentado en el trono, ya que ahí sólo se sentaba la estación que regía en aquel momento. Rocío se acercó a Verano y respetuosamente le preguntó por qué las estaciones habían alterado su orden. Verano le contó lo que le sucedía a Invierno. Rocío comprendió al pobre Invierno y fue en su búsqueda.
Cuando llegó se lo encontró leyendo un libro a la luz de una estrella. Estaba recostado en la Luna que en ese momento tenía forma de cuna.
- Hola Invierno. - saludó Rocío.
- Hola. - dijo Invierno fríamente. -¿Qué quieres?. -
Entonces Rocío le contó todo lo que estaba sucediendo a causa de su ausencia. Pero al Invierno todo aquello no le importaba, necesitaba de algo que le alegrase la vida.
Rocío pensó y pensó, hasta que por fin se le ocurrió:
-¡ La Navidad !- exclamó. - ¡Tú tienes la Navidad! -
- Sí y qué. - contestó Invierno indiferente.
Si contestas así es porque nunca has sentido la Navidad, es un tiempo de perdón y de fraternidad. De olvidar las diferencias con los demás. Es con mucho la época más alegre del año y tú dices que tu estación es aburrida, prueba a vivir la Navidad y verás.
El Invierno hizo caso del Hada del Agua. Volvió a la Torre del Tiempo y vivió en fraternidad con las otras Estaciones olvidando todas las envidias que había arrastrado toda su vida. Y ese año le gustó tanto la Navidad que a partir de entonces Invierno siempre espera con entusiasmo su turno para poder adornarlo todo con la nieve y disponerlo para la Navidad.


"Las hadas son algo que todos querríamos tener porque nos cuidan y, en los malos momentos, nos aconsejan"